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Cubanos, divididos ante derogación de política pies secos, pies mojados

Ramón Saúl Sánchez, presidente del movimiento Democracia, de la disidencia cubana en la Florida, habló con LA FM.

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Actualizado:
Viernes, Enero 13, 2017 - 03:43
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Cubanos en Miami / Foto de AFP

Los cubanos dentro y fuera de la isla se dividen entre la alegría, el desconsuelo y la incertidumbre ante la eliminación de la política migratoria "pies secos/ pies mojados" que otorgaba un trato preferencial a los ciudadanos del país caribeño que llegaran a territorio de Estados Unidos. La noticia cayó como "una bomba", dijo a Efe Sonia, que vio la tarde de este jueves cómo la televisión estatal cubana interrumpía su programación habitual para informar sobre el nuevo acuerdo migratorio que "todos sabían que venía, pero nadie pensó que fuera una de las últimas acciones de (Barack) Obama en el cargo".

"Sabía que (el presidente electo Donald) Trump podía hacer algo así por su posición contra los inmigrantes. Yo misma veía en un futuro la posibilidad de emigrar y acogerme a la Ley de Ajuste (Cubano). Ahora esa opción se hace más difícil, porque entrar de manera legal a EE.UU. está duro", confiesa. Karina, que espera hace más de un año reunirse con su esposo en Miami, está "desconsolada y temerosa", porque, según comentó a Efe, se le han "cerrado de golpe las puertas por las que pensaba entrar" al país vecino.

En un anuncio que tomó por sorpresa a muchos, ambos países llegaron a un acuerdo sobre un tema conflictivo por décadas en la relación bilateral, con la peculiaridad de que la decisión se produce justo a una semana de que Donald Trump se mude a la Casa Blanca. El nuevo pacto responde a un viejo reclamo de la isla y elimina con efecto inmediato la política migratoria "pies secos/pies mojados", que permitía quedarse legalmente en el país a los cubanos que llegan a tierra mientras que los interceptados en el mar eran devueltos a la isla. Además, suprime el programa Parole, que aceptaba a profesionales de la salud cubanos, algo que el Gobierno de la isla consideraba "robo de cerebros".

Para Yudith, una de los miles de cubanos que usó la ruta centroamericana para llegar a Estados Unidos y que hace solo unos meses se asentó en Houston (Texas), con su esposo y su bebé de un año, estos son tiempos de "incertidumbre".

"Estamos acabados de llegar. Mañana pueden decir que para la residencia tengo que demostrar que fui perseguida en Cuba. O que nos quiten toda la ayuda y ya. Obama era mejor y mira lo que hizo. ¿Qué podemos esperar de Trump?", se pregunta esta periodista que viajó en "busca de una nueva vida" y "mejores condiciones económicas". Su primo, otro joven que decidió "echarse a la aventura" y en estos momentos se encuentra en México, está "desesperado porque cuando supo la noticia se dio cuenta que no iba a llegar", cuenta Yudith. "Salió de La Habana el 15 de diciembre destino Trinidad y Tobago. Hace dos días llegó a México y ahora no sabe para dónde ir porque perdió mucho dinero por el camino", lamenta.

En La Habana, sin embargo, hay muchos que responsabilizan a esta política de las miles de muertes de balseros en el estrecho de la Florida y durante el duro trayecto por Centroamérica, en el caso de los que eligen el camino por tierra. Mientras unos se excusaron y no quisieron opinar por no conocer la noticia, otros como Desi Jasán se alegraron. "Yo pienso que es bueno que hayan quitado esta ley. Eso es un riesgo que el pueblo cubano corría y no creo que estuviera bien", aseguró este joven.

José, un trabajador estatal de 53 años, piensa que "es muy bueno, porque quizá haya otra ley que mejore la relación que sirva para que todo el mundo viaje de forma ordenada". El activista opositor y líder del grupo socialdemócrata "Arco Progresista", Manuel Cuesta Morúa, considera por su parte que este es un "primer paso hacia la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano".

"Es una medida controvertida, tomada en un momento en el que Obama deja la Presidencia, pero ciertamente es una política situada en los intereses de ambos estados. Creo que hay que asegurar que los cubanos lleguen a EE.UU. de la manera en que deben llegar: legalmente", agregó. En su opinión, la política de "pies secos/pies mojados" en lugar de afectar al régimen cubano, lo que hace es "aliviar" y "estimular la entrada de remesas al país", aunque significa un "fracaso del modelo", porque pone en cuestión el abandono de una Revolución que supuestamente "ha favorecido tanto a los cubanos".

"Si acaso devuelve la discusión de lo que pase en Cuba a nosotros los cubanos y probablemente suponga una reflexión mayor sobre dónde y qué debemos hacer para mejorar nuestras condiciones de vida en la isla que nos vio nacer", concluyó.