EE.UU. se retira del Tratado de Cielos Abiertos tras acusar a Rusia de "pervertirlo"
El Tratado permite a sus estados firmantes sobrevolar el territorio de los otros para asegurarse de que no preparan ataques militares.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves la retirada de su país del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo multilateral para garantizar la transparencia en cuanto al control de armas, y acusó a Rusia de "pervertir" el pacto al mismo tiempo que ofreció negociar uno nuevo con Moscú.
El anuncio de Trump debilita todavía más la infraestructura creada al final de la Guerra Fría para controlar el armamento de las dos mayores potencias nucleares del mundo, después de que también decidiera retirarse, el año pasado, del Tratado INF con Moscú sobre misiles de rango corto y medio.
"Rusia no se adhirió al tratado, así que hasta que se adhieran al tratado, nos vamos a retirar", dijo Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca. "Hay muy buenas opciones de que lleguemos a un nuevo acuerdo, o de que hagamos algo para reformar este acuerdo", agregó.
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El Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), en vigor desde 2002, permite a sus 34 estados miembros sobrevolar cualquier parte del territorio del resto de participantes, fotografiando desde el aire, con el objetivo de asegurar que sus vecinos o rivales no preparan ataques militares.
La notificación oficial de retirada de Estados Unidos se presentará este viernes, lo que implica que dentro de seis meses, el 22 de noviembre, Estados Unidos ya no será parte del pacto, que también incluye a Rusia, Canadá y casi toda la Unión Europea.
"Sin embargo, podríamos reconsiderar nuestra retirada si Rusia vuelve a cumplir completamente con el tratado", matizó el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado.
Acusaciones a Rusia
"Se supone que el Tratado de Cielos Abiertos debía contribuir a la seguridad internacional, pero se ha retorcido y pervertido en su interpretación y ahora está al servicio de objetivos rusos que van en contra de esa seguridad", alegó Pompeo.
Estados Unidos denuncia que Rusia impide supervisar desde el aire sus ejercicios militares, y no permite los vuelos sobre regiones donde se cree que Moscú tiene armas nucleares que podrían alcanzar Europa, en concreto en Kaliningrado, ni tampoco cerca de las regiones georgianas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.
Además, "Moscú parece usar sus imágenes de Cielos Abiertos para apoyar una doctrina rusa nueva y agresiva que busca atacar infraestructuras críticas en Estados Unidos y Europa con munición convencional de precisión", sostuvo Pompeo.
La inteligencia estadounidense cree, además, que Rusia puede estar utilizando sus sobrevuelos de Estados Unidos para identificar infraestructuras del país que pueden ser vulnerables a ciberataques.
A Trump le molestó particularmente que un avión ruso volara directamente sobre su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey en 2017, según el diario The New York Times.
Revés para aliados de la OTAN
La decisión de Trump podría aumentar las tensiones con algunos aliados estadounidenses en la OTAN, que siguen defendiendo el tratado y temen que, tras la retirada de Estados Unidos, Rusia pueda prohibir también los sobrevuelos de su territorio por parte de países bálticos, útiles para supervisar movimientos de tropas.
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La noticia de la retirada estadounidense se esperaba desde hace tiempo en las capitales europeas, pero aún así deja mucha incertidumbre sobre el futuro del tratado sin el país que impulsó su negociación, originalmente en 1955 y con un mayor éxito en 1992.
Tras el anuncio, los embajadores de los países miembros de la OTAN fueron convocados el viernes para una reunión de urgencia.
"La reunión fue convocada para el viernes por la tarde" (hora local), para analizar las consecuencias de la decisión anunciada por el presidente Donald Trump.
El de Cielos Abiertos es el tercer gran tratado sobre control de armas del que Trump se ha retirado desde que llegó al poder en 2017, tras dar la espalda al acuerdo nuclear con Irán y romper el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) con Rusia.
Trump dio un "golpe a la seguridad"
Rusia, por su parte, denunció como un "golpe" a la seguridad europea la decisión de Estados Unidos de retirarse de este tratado.
"La retirada de Estados Unidos de ese tratado significa no solamente un golpe a las bases de la seguridad europea sino también a los instrumentos de la seguridad militar existentes y a los intereses esenciales de seguridad de los propios aliados de Estados Unidos", declaró el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Alexandre Grouchko, citado por las agencias de prensa locales.
El funcionario ruso añadió que "no es un tratado bilateral, sino multilateral. Y una decisión tan brusca afectará a los intereses de todos los participantes, sin excepción".
"Nada impedía seguir discutiendo esas cuestiones técnicas que Estados Unidos presenta hoy como, digamos, violaciones por parte de Rusia", puntualizó Grouchko, quien acusó a Washington de haber acabado con un "instrumento que ha servido a los intereses del mantenimiento de la paz y la seguridad en Europa durante los últimos 20 años".
Renovar o negociar
Solo queda un único pacto en vigor entre Estados Unidos y Rusia para la reducción de armas nucleares, el Nuevo START, que expira en 2021 y que Moscú ha propuesto renovar sin condiciones.
Trump ha evitado hablar directamente sobre el Nuevo START y ha defendido en el último año la necesidad de negociar un nuevo modelo de control de armas con Rusia, pero insiste en que ese pacto debe incluir también a China, país que ha rechazado un posible pacto trilateral.
"Probablemente vamos a llegar a un acuerdo con Rusia sobre los tratados de armas, y China quizá estará incluida en eso, veremos qué ocurre", subrayó Trump este jueves.
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El asesor de seguridad nacional de Trump, Robert O'Brien, matizó que lo que quiere la Casa Blanca es "un nuevo marco para el control de armas que vaya más allá de las ideas del pasado, de la Guerra Fría, y mantenga seguro a todo el mundo".
O'Brien recalcó que ese nuevo régimen debe incluir "tanto a Rusia como a China", a pesar de que el arsenal nuclear de Pekín es apenas un quinto de los de Rusia y Estados Unidos.
La retirada de Estados Unidos del tratado se hará efectiva poco después de las elecciones de noviembre, en las que Trump podría perder la Casa Blanca, pero no está claro si un hipotético nuevo presidente podría revertir la decisión del mandatario o debería iniciar de nuevo el proceso de ratificación.