Embarazada pierde el bebé después de que policía le descargó un taser, en Gales
La policía se defiende diciendo que no hay evidencia médica que pruebe que el taser causó la pérdida del embarazo.
Leanne Perrett, de 35 años, tenía tres meses de embarazo y perdió el bebé después de que un policía descargó un 'taser' sobre ella, en Barry (Gales, Reino Unido).
Este caso se remonta al pasado 8 de agosto. Ese día, agentes de policía llegaron a una calle de Barry para detener un supuesto altercado entre Perrett y su novio, Kyle Butts, de 34 años. La situación se complicó y uno de los uniformados tumbó con su pie derecho a Butts para tratar de contenerlo. En ese momento, ella se abalanzó sobre el agente, que le descargó su taser. La mujer se desplomó inmediatamente y cayó boca abajo, sobre su abdomen.
En su momento, la Policía de Gales del Sur reportó que el oficial se vio obligado a usar el arma puesto que las dos personas se habían rehusado a cumplir con las instrucciones.
A Butts lo acusaron de agresión a trabajador de emergencias y comportamiento amenazante y abusivo. A Perrett le formularon cargos por agresión a trabajador de emergencias e intento de robo. Ambos fueron ilberados bajo fianza, pero citados a comparecer al Tribunal de Magistrados de Cardiff el 11 de septiembre.
#CHARGED | Two people have been charged following an incident involving an Taser on Main Street, Barry shortly after 5pm...
Posted by South Wales Police on Monday, August 10, 2020
El caso, sin embargo, ha dado un giro este miércoles pues se supo que Perrett había perdido el bebé que estaba esperando. Tom Trobe, abogado de la mujer, aseguró en la corte que su defendida había sufrido "lesiones sustanciales": "La lesión más grave que sufrió fue la pérdida de su hijo. Tenía tres meses de embarazo", declaró Trobe, citado por el medio local WalesOnline.
"Si bien no hay evidencia médica que diga que esto [el taser] fue la causa directa, ella perdió el bebé en los días siguientes", añadió el abogado, que insistió en que su defendida sufre de un trastorno psiquiátrico, pero que no había podido cumplir las citas médicas durante la pandemia, añade el medio local. También relató que tanto ella como Butts han recibido tratamiento por adicción a las drogas.
Por su parte, la Policía de Gales del Sur defendió el uso del taser y reiteró lo de la evidencia médica: "Sufrir un aborto espontáneo es una experiencia extremadamente traumática y nuestras condolencias están con cualquier que pierda un hijo de esta forma. El tribunal reconoció que este incidente fuera la causa del aborto espontáneo", dice un comunicado, que agrega que el oficial se portó de forma adecuada durante el incidente.