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Gobierno de Donald Trump: momentos clave tras cuatro convulsionados años

El Gobierno Trump se marcó por la retórica racista, acercamiento con países enemigos, negacionismo de la pandemia y la derrota electoral.

Publicado:
Actualizado:
Martes, Enero 19, 2021 - 13:42
Donald Trump en Tampa, Florida. 29 de octubre de 2020
Donald Trump en Tampa, Florida. 29 de octubre de 2020
AFP

Aunque solo fue un periodo, resumir un Gobierno tan turbulento como el de Donald Trump es una tarea compleja: un país dividido, crecimiento de la retórica y la violencia racista, choques con socios y acercamientos a enemigos, negacionismo de la pandemia y la derrota electoral. 

Hay momentos clave en cuatro años desde que el republicano, un multimillonario sin experiencia política pero conocido de sobra por su presencia en los medios y sus constantes polémicas, se convirtió en el presidente número 45 de Estados Unidos. 

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AÑO 2017 

El 20 de enero de 2017, tras ganar en noviembre de 2016 la presidencia, con casi 3 millones de votos populares menos que Hillary Clinton, Donald J. Trump se posesionó entre masivas protestas ese y otros días cercanos a la investidura, incluyendo la Marcha de las Mujeres en Washington que dejó más de 100 detenidos.

El 25 de enero Trump lanzó el proyecto de construcción de un muro fronterizo con México, una de sus mayores promesas de campaña y adelantó de su política migratoria: niños enjaulados en centros de detención, fin del TPS para varias naciones y presión a “terceros países” para acoger a solicitantes de asilo. 

Para junio, Trump se dejó ver como un enemigo del concepto de cambio climático, al que considera un “invento” chino, y anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima por poner en “permanente desventaja” a la economía de su país, algo que se concreta el 4 de noviembre de 2020, en medio de la noche en que buscaba la reelección. 

En agosto, después del ataque racista en Charlottesville, Virginia, en el que un neonazi mata a una persona y lesiona a otra veintena al arrollar con su vehículo a unos manifestantes antisupremacistas, Trump pasa de culpar a “muchas partes” a decir que había “gente muy buena” en ambos bandos.

Al cierre de ese año, el 6 de diciembre, en contravía del consenso mundial de buscar una salida negociada a la solución de “dos Estados” en el conflicto palestino-israelí, Trump reconoce a Jerusalén como capital de Israel, parte de una agresiva política en Oriente Medio. 

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AÑO 2018 

“Este era un acuerdo horrible, que solo beneficiaba a una parte y que nunca, jamás, debió firmarse". Así anunció Trump, en mayo de 208, el retiro del acuerdo nuclear que Estados Unidos había firmado con Irán, junto a Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, y el regreso de las sanciones de su país a la nación persa.

El 12 de junio, el acercamiento entre dos enemigos declarados, algo casi imposible, se da con la histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, en Singapur, más llena de gestos que de resultados y en la que Trump dice: “Estamos desarrollando un vínculo muy especial”. Un año después, en la militarizada frontera intercoreana, los dos gobernantes reactivan el diálogo sobre la desnuclearización.

En julio, Estados Unidos impone un aumento de aranceles a los productos chinos por 34.000 millones de dólares por “prácticas desleales de comercio”, respondido por China con una medida similar, dando inicio a una guerra comercial que entre tensiones y acuerdos sigue sin resolverse.

Ese mismo mes, se da otro acercamiento con un rival: Trump se reúne en Helsinki con su homólogo ruso, Vladimir Putin, un encuentro en el que desestima públicamente las viejas y nuevas revelaciones sobre la injerencia rusa en los comicios de 2016, algo criticado en su país, incluso dentro de su partido.

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AÑO 2019 

El primer mes del año, solo minutos después de que el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, dice ser el presidente legítimo de su país, Trump reconoce al líder opositor como mandatario y advierte que “todas las opciones están sobre la mesa” respecto a Venezuela. 

El 25 de enero, tras un cierre parcial del Gobierno durante 35 días, el más largo en la historia de Estados Unidos y que afectó a 800.000 de los 2,1 millones de trabajadores federales, Trump accede a reabrir la Administración con un decreto que no contempla fondos para el muro con México, una exigencia suya que provocó la crisis.

En febrero, por considerar que "durante demasiado tiempo Rusia ha violado con impunidad el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF)”, Trump anuncia la retirada de ese pacto, destinado a eliminar los misiles nucleares y convencionales de rango corto y medio de los dos países. Al día siguiente, Rusia responde de forma recíproca.

Para abril se publica una versión censurada del informe del fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar la “trama rusa” (la supuesta injerencia en los comicios de 2016), que dice que no hay pruebas de nexos de Trump con el Kremlin y tampoco de obstrucción a la Justicia pero tampoco lo exonera totalmente. El Departamento de Justicia cierra el caso sin presentar cargos en su contra.

En julio se da un nuevo episodio de acercamiento al racismo y al supremacismo blanco, Trump tuitea que las cuatro congresistas demócratas y latinas, musulmanas o negras conocidas como “La Brigada” (“The Squad”) deberían "irse del país”, aunque son ciudadanas estadounidenses.

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AÑO 2020 

El 5 de febrero, con un Senado de mayoría republicana que vota casi sin fisuras, Trump es absuelto de abuso de poder y obstrucción al Congreso por presionar a Ucrania para investigar a Joe Biden. "Han sido los filtradores (de información), los mentirosos y los policías sucios los que han ido en mi contra, y esto nunca debe volver a pasarle a ningún otro presidente", dice, vengativo y triunfalista, un día después.

Todo se complica el 25 de mayo con la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un Policía en Minneapolis, Minnesota, que desencadena una ola de protestas y disturbios violentos en el país, que Trump responde con ataques a la “izquierda radical”, a la que acusa de estar detrás de los manifestantes, la petición de mano dura contra ellos y el ofrecimiento de enviar al Ejército para enfrentarlos.

El 2 de octubre, uno de los líderes más escépticos sobre una pandemia de la que su país es el más afectado, Trump da positivo por coronavirus, tras meses de negarse a usar tapabocas y realizar actos de campaña sin las precauciones mínimas. Ocho días después, tras pasar por un hospital militar, vuelve a realizar un acto público en la Casa Blanca.

El 7 de noviembre, cuatro días después de las elecciones y en medio del fin del conteo de votos, los alegatos de fraude de Trump, de su ataque a la “corrupta máquina demócrata” y de demandas judiciales de sus abogados en varios estados, los medios proyectan -una tradición en el país- la victoria de Joe Biden. 

AÑO 2021 

El 6 de enero, el día en que el Congreso tiene que confirmar a Biden como presidente electo, y tras un discurso en el que Trump reitera que “nunca” concederá su derrota e insta a sus seguidores a marchar hacia el Legislativo, decenas de personas asaltan el Capitolio, en una caótica jornada que deja al menos cinco muertos, algo que el mandatario tarda en condenar. 

Ya el 13 de enero, a solo 7 días del fin de su mandato, la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprueba el inicio de un segundo juicio político contra Trump, por “incitación a la insurrección” por el asalto al Capitolio, un proceso que pasará al Senado pero que no terminará antes del fin de su presidencia, el próximo miércoles.

Fuente:
EFE