Polonia denuncia uso de civiles por Bielorrusia y efectúa nuevas expulsiones
Durante las últimas 24 horas registró 223 intentos ilegales de traspasar la frontera desde Bielorrusia
Las autoridades polacas informaron este viernes de más de 200 nuevos intentos de cruzar ilegalmente la frontera, donde efectuó nuevas expulsiones, mientras el Ministerio de Defensa denunció la "instrumentalización" de civiles en la situación.
La Guardia de Fronteras dijo que durante las últimas 24 horas registró 223 intentos ilegales de traspasar la frontera desde Bielorrusia, se expulsó a 26 personas y se detuvo a tres.
Según esas autoridades, "desde el inicio de la crisis migratoria en agosto" hubo "cerca de 33.200 intentos de cruzar ilegalmente la frontera, mientras que en todo el año pasado solo hubo 88".
Por su parte, la policía regional de Podlasia (este), una de las provincias polacas limítrofes con Bielorrusia, precisó que "un grupo de unas 35 personas, en su mayoría mujeres y niños, intentó cruzar la frontera ilegalmente" durante la noche del jueves.
Tomasz Krupa, portavoz de la policía, declaró que "el ejército bielorruso empujó a estas personas contra la alambrada (que delimita la frontera) y el intento (de cruzarla) fue frustrado por oficiales de policía, guardias fronterizos y soldados" polacos.
Agregó que, según estimaciones de las fuerzas de vigilancia, hay dos grupos de migrantes, de unas 300 personas en total, concentrados en el área de Kuznica, donde recientemente tuvieron lugar intentos masivos de penetrar en territorio polaco de manera violenta.
El Ministerio de Defensa denunció en un mensaje difundido en redes sociales la "instrumentalización" de mujeres y niños como parte de una operación de "propaganda" bielorrusa.
"Otro ejemplo de tratamiento instrumental de los migrantes por parte de Bielorrusia. Los migrantes se ven obligados a caminar a lo largo de la valla que separa la frontera", según un comunicado del Ministerio, al que acompaña un vídeo grabado por el ejército y donde se ve a mujeres y niños deambulando junto a la alambrada fronteriza.
El jueves, el viceministro de Interior, Stanislaw Zaryn, afirmó que existe una campaña de "propaganda para despertar emociones" por parte de Bielorrusia, instando a los migrantes a difundir imágenes de niños allí acampados.
Cientos de migrantes, la mayoría provenientes de países de Oriente Medio y Afganistán, permanecen acampados desde hace semanas a lo largo de los 420 kilómetros de la frontera polaco-bielorrusa.
Varsovia acusa al régimen bielorruso de Alkesándr Lukashenko de permitir y alentar la llegada de miles de personas a Bielorrusia desde esos países, con el objetivo de intentar cruzar la frontera polaca de manera ilegal.
Polonia mantiene el estado de alerta en todos los municipios fronterizos y ha impedido totalmente el acceso a civiles en los puntos más conflictivos.
Además, cambió recientemente su ley de extranjería para permitir expulsiones rápidas de migrantes indocumentados y ha emprendido la construcción de un muro fronterizo y un dispositivo de vigilancia electrónica que costará unos 350 millones de euros.
La Unión Europea expresó su apoyo en esta crisis a Polonia, así como a Letonia y Lituania, países también afectados por la situación.