Roberto Caldas, juez de la CIDH, renunció tras acusación de violencia doméstica
La semana pasada fueron reveladas grabaciones comprometedoras del togado brasileño.
El jurista brasileño Roberto Caldas renunció a su puesto como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en momentos en que enfrenta en su país una demanda por violencia intrafamiliar.
"El pasado viernes 11 de mayo la Corte Interamericana recibió, por parte del juez Roberto F. Caldas, una solicitud de licencia indefinida. Posteriormente, el día de ayer, lunes 14 de mayo, se recibió su renuncia formal al cargo", según un comunicado de la CorteIDH, que tiene su sede en Costa Rica.
Roberto Caldas, uno de los siete jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, había solicitado la licencia temporal del cargo para poder dedicarse a su defensa en un proceso en Brasil en el que es acusado de violencia doméstica por su exesposa.
"Por razones particulares, pido licencia, por tiempo indeterminado, de mis funciones en la Corte. Oportunamente prestaré mayores aclaraciones", según la carta que el brasileño envió a sus colegas en la corte de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y que la defensa facilitó a diferentes medios brasileños.
La semana pasada la prensa brasileña reveló detalles de un proceso judicial protegido por el sigilo en que la exesposa del juez, Michella Marys, acusa al jurista de agresiones, maltratos, asedio moral y violencia doméstica.
Diferentes medios también publicaron reproducciones de grabaciones hechas por la mujer de conversaciones con su entonces marido en la que se escuchan diferentes insultos y ofensas, y se insinúan agresiones físicas.
"La defensa de Roberto Caldas reconoce que son graves las numerosas ofensas verbales intercambiadas por la pareja a lo largo de una conflictiva relación, reveladas en grabaciones que fueron hechas públicas", según una nota divulgada por el abogado del juez, Antonio Carlos de Almeida Castro.
El abogado agrega que el hecho de que la exesposa grabara las conversaciones a lo largo de 6 años "demuestra una relación enfermiza por su parte", y reitera que las ofensas verbales son injustificables, pero insiste en que Roberto Caldas "niega perentoriamente cualquier agresión física".
Según la defensa, el juez viene sufriendo presiones, incluso la amenaza del escándalo público, para aceptar un acuerdo financiero contrario a sus intereses en el litigio de divorcio que lo enfrenta con su exesposa desde el año pasado y tras 13 años de matrimonio.
Caldas representa a Brasil en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, un órgano autónomo de la OEA con sede en Costa Rica y que juzga denuncias sobre asuntos humanitarios y de defensa de las minorías.
Su nombre fue postulado por el Gobierno brasileño en 2011 y la OEA lo eligió en 2012 para un mandato que comenzó en 2013 y debe concluir en 2018. Caldas presidió la Corte entre 2016 y 2017.
Con información de EFE - San José