Servicios de seguridad rusos piden la prohibición de Facebook e Instagram
La fiscalía rusa pidió que se clasificara a Meta como una organización "extremista".
Los servicios de seguridad rusos (FSB) exigieron el lunes la prohibición "inmediata" de las redes sociales estadounidenses Facebook e Intagram, en el primer día de un proceso por "extremismo" en un contexto de represión reforzada desde la ofensiva en Ucrania.
"Las actividades de Meta (casa madre de Facebook e Instagram) se dirigen contra Rusia y sus fuerzas armadas. Exigimos su prohibición y la obligación de aplicar esta medida inmediatamente", declaró en una audiencia un portavoz del FSB, Igor Kovalevski, citado por la agencia de prensa Interfax.
Un fiscal también demandó la prohibición de Meta "por signos manifiestos de actividad extremista". No obstante, pidió que se exceptuara de la prohibición la aplicación de mensajería WhatsApp, que pertenece igualmente a Meta.
El 11 de marzo, la fiscalía rusa pidió que se clasificara a Meta como organización "extremista", lo que abría la vía a la prohibición de todas sus actividades en Rusia.
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Esta demanda responde a la decisión de la matriz de Facebook e Instagram de relajar el reglamento relativo a los mensajes violentos contra el ejército y los dirigentes rusos en relación con la operación militar de Moscú en Ucrania.
La fiscalía considera que Meta justificaba "acciones terroristas" y quería incitar al "odio y la animosidad" contra los rusos, si bien un representante de Meta declaró el lunes que la compañía había dado marcha atrás, según la agencia de prensa rusa TASS.
En este momento, Rusia ya mantiene bloqueadas en su territorio redes sociales como Instagram, Facebook, y Twitter, y numerosos sitios de medios extranjeros o rusos críticos con el gobierno.
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Desde el inicio de la intervención en Ucrania el 24 de febrero, el gobierno ruso ha reforzado considerablemente su control sobre la información difundida en internet, uno de los últimos espacios de libre expresión en el país.
La semana pasada, el regulador de telecomunicaciones, Roskomnadzor, acusó también al gigante estadounidense Google y a su servicio de vídeo YouTube de actividades "terroristas", un primer paso hacia un posible bloqueo.