Uso de tapabocas en España es ahora obligatorio en todos los lugares públicos
El Ministerio de Sanidad advirtió que así los lugares sean cerrados o al aire libre, deben usarlo y mantener distanciamiento.
El tapabocas es obligatorio desde este jueves en todos los lugares públicos de España, cerrados o al aire libre, cuando no se pueda mantener una distancia mínima de dos metros entre personas para prevenir el contagio de coronavirus, mientras la epidemia mantiene una clara tendencia descendente clara.
El número de muertos diarios bajó hoy a 48, el quinto día consecutivo por debajo del centenar, informó el Ministerio de Sanidad, a falta de confirmar los datos de la región de Cataluña, una de las más afectadas.
El número total de defunciones asciende a 27.940, mientras que los nuevos contagios bajaron a 344 en las últimas 24 horas y suman 233.037.
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La evolución "es muy favorable", pero con prudencia porque se detectan algunos "pequeños focos" de transmisión, advirtió el portavoz ministerial de Sanidad, el epidemiólogo Fernado Simón.
Valoró que las regiones se centran en reforzar la detección precoz de casos y aportar información sólida y detallada.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, informó al Congreso que las regiones han realizado hasta ahora 1,9 millones de pruebas PCR de diagnóstico de la COVID-19, con un incremento del 18 % en una sola semana.
Tapabocas, de recomendables a obligatorios
El uso de tapabocas ha sido motivo de debate, incluso de alguna polémica en España sobre si debía ser generalizado u opcional y desde cuándo.
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Hasta ahora se había recomendado el uso en casos y circunstancias determinados, como personas enfermas, con síntomas o sospechosas de estar contagiadas, aunque las autoridades de las regiones de Madrid y Cataluña hace tiempo que pedían que fueran obligatorias en todo lugar público.
El Gobierno y las autoridades regionales lo acordaron así el lunes pasado, para cuando no puedan garantizarse los dos metros de distancia, ante la previsión de una mayor presencia humana en espacios públicos a medida que remite la epidemia y se levantan gradualmente las restricciones de las actividades socioeconómicas.
El uso generalizado de esta protección para reducir la transmisión comunitaria está justificado, según el Ministerio de Sanidad.
El portavoz de Sanidad para la pandemia, el doctor Simón, argumentó que había problemas de escasez de mascarillas por la falta de suministro y gran demanda durante la fase de ascenso, en marzo y abril, y hubo que tener "mucha prudencia al recomendarlas o no". Lo más importante, insistió, es siempre la distancia de dos metros.
La mascarilla ya era obligatoria en todos los medios de transporte público desde el 4 de mayo y los ciudadanos acogieron la medida con naturalidad por motivos de salud, aunque algunos creen que se debería haber ordenado antes como un factor más de protección.
"Me parece un medida acertada, lo más correcto en una comunidad. Si uso mascarilla, protejo al otro, y si el otro la lleva, me protege a mí", argumentó una joven en declaraciones a EFE en una calle del centro de Madrid.
Muchos las utilizaban ya de manera habitual, también autoridades y responsables políticos. Precisamente el rey Felipe VI y su esposa, la reina Letizia, visitaron hoy con mascarilla y guantes las instalaciones de Mercamadrid, la mayor plataforma de distribución y comercialización de alimentos frescos de España.
El incumplimiento del uso obligatorio desde hoy, regulado por el Ministerio de Sanidad, puede conllevar una sanción, aunque se establecen exenciones.
Son obligatorias para mayores de seis años en la vía pública y en espacios cerrados cuando no sea posible la distancia mínima, aunque no serán exigibles si están contraindicadas por motivos de salud ni a quienes salgan a correr como deporte o montar en bicicleta.
Según Sanidad, son preferibles las higiénicas y quirúrgicas, que deben cubrir barbilla, boca y nariz y extremarse las precauciones de manipulación para evitar cualquier infección.
La Federación Española de Familias Numerosas pidió medidas de apoyo ante el gasto "extraordinario" de comprar mascarillas. El Gobierno fijó hace unas semanas un precio máximo de las quirúrgicas a 0,96 euros (un dólar) debido a la gran demanda y algunos abusos en los precios.