Hombre que desmembró a su novia en Antioquia pagará 31 años de cárcel
El hombre pretendió desaparecer la evidencia desmembrando a su víctima.
Un juez de Medellín condenó a 31 años y 3 meses de cárcel a Rafael Arturo Ochoa Rivera, por el asesinato de su novia Jeimy Chirley González Huertas, en hechos ocurridos en febrero de este año en el municipio de Itagüí, Sur del Valle de Aburrá.
Según se conoció, el hombre acabó con la vida de González Huertas en medio de una riña cuando decidió atacarla con arma blanca. Tras cometer los hechos, Rafael Ochoa quiso evadir desaparecer la evidencia para evadir a las autoridades, razón por la que desmembró el cuerpo de su víctima y lo arrojó por partes a la quebrada La María de la citada población.
Sin embargo, tras ser encontrados los restos y al verse presionado por los investigadores de la Fiscalía, el hombre decidió contar los hechos y aceptar su responsabilidad en el crimen.
Las autoridades confirmaron que González Huertas, de 36 años de edad, y madre de dos niños, llegó desde la ciudad de Ibagué, Tolima, en diciembre de 2018, con el objetivo de conseguir trabajo en el área textil; pero sus planes no resultaron ya que no habría logrado estabilizarse laboralmente, algo que la llevó a tener problemas económicos más problemas personales que le provocaron una depresión.
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Estas situaciones llevaron a Jeimy a caer en la drogadicción. En las calles conoció a Rafael Arturo Ochoa Rivera, quien se convirtió en su pareja sentimental y posteriormente en su verdugo.
En el momento de la captura del victimario, conocido como alias 'Golpe' de 29 años de edad, el subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Pablo Ferney Ruiz Garzón, precisó que las autoridades empezaron a reconstruir, paso a paso, este macabro asesinato desde el 7 de febrero, con el hallazgo de algunas partes del cuerpo de la víctima.
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El trabajo coordinado por un fiscal de la Unidad de Vida de Medellín, permitió esclarecer la muerte violenta de Jeimy Chirley González Huertas, gracias al apoyo que recibieron de algunas personas que conocían a la pareja.
Varios testigos presenciales declararon a la Fiscalía que Ochoa Rivera era un celoso compulsivo y que golpeaba constantemente a su compañera sentimental por el solo hecho de saludar a otros indigentes.
El fallo fue proferido por el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Medellín que avaló el allanamiento a cargos del procesado, detenido por uniformados de la Sijín, el 6 de junio último.