Orden de captura contra César Mauricio Velásquez
El exsecretario de prensa del Palacio de Nariño fue sentenciado por el delito de concierto para delinquir.
El Tribunal Superior de Bogotá condenó a cinco años y tres meses de prisión al exsecretario de prensa de la Presidencia, César Mauricio Velásquez y dictó una orden de captura en su contra.
En contexto: Chuzadas: Condenan a Edmundo del Castillo y César Mauricio Velásquez
Velásquez fue hallado culpable del delito de concierto para delinquir doloso por participar en un plan para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia. El exfuncionario del gobierno de Álvaro Uribe Vélez vive desde hace varios años en Roma (Italia), esto después de salir de la embajada de Colombia en el Vaticano.
Este miércoles, la Sala Penal tumbó el fallo que absolvió a Velásquez y lo condenó por participar en el plan para desprestigiar a varios magistrados de las altas cortes y a la exrepresentante a la Cámara, Yidis Medina. Para esto se utilizó información recopilada de manera ilegal por el DAS.
Lea también: Fiscalía pide condenar a César Mauricio Velásquez y Edmundo del Castillo por las 'chuzadas'
"En ese contexto la prueba de cargos es clara en señalar que surgió una empresa criminal con ocasión de permanencia, evocada en la comisión de delitos indeterminados, pero determinables en su especie", dijo el magistrado Hernández Peña al leer la decisión.
También señaló que "el concierto para delinquir determinado en este caso se restringe al acuerdo que fundaron los servidores de la presidencia de la República para deslegitimar y desprestigiar al alto tribunal de la jurisdicción ordinaria y a Yidis Medina Padilla tal como se extrae de los detalles propios del proyecto escalera, del caso paseo y las actividades desarrolladas en torno a la excongresista en mención".
De acuerdo con el magistrado no era necesario que se acreditara que Edmundo del Castillo había cumplido el rol de organizador y promotor de la asociación delincuencial para tener probada su calidad de autor del delito de concierto para delinquir, como lo entendió equivocadamente el juez de primera instancia.