SAE designa dos administradores para reabrir Supercundi y Merkandrea
El objetivo es reabrir los 60 locales comerciales embargados por pertenecer a supuestos testaferros de las Farc.
La Sociedad de Activos Especiales, SAE, designó a dos depositarios para que administren con la ayuda de los empleados la red de supermercados Supercundi y MerkAndrea, los cuales fueron objeto de extinción de dominio tras presuntamente haber sido utilizados por las Farc para el lavado de activos.
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Dentro de sus primeras labores, los nuevos administradores adelantan, de la mano de los trabajadores, la verificación y clasificación del inventario de estos supermercados con el fin de reabrir las puertas de los establecimientos en la mayor brevedad posible.
La gerente de Sociedades Activas, Jenny Sandoval, dejó en claro que los depositarios fueron nombrados para este caso a través de una asignación automática.
Asimismo señaló que uno de los objetivos de la SAE en designar nuevos administradores para dichos establecimientos, es preservar el empleo de los trabajadores vinculados a los supermercados.
También indicó que las labores emprendidas por la Sociedad de Activos Especiales están dirigidas a proteger la estabilidad laboral de los empleados, velando por la continuidad de las actividades económicas de las empresas en cuestión.
“En relación con el pago de la nómina, la SAE, a través de sus depositarios, adelanta las gestiones administrativas necesarias para garantizar el salario del personal correspondiente al mes vencido”, dijo Sandoval.
En medio de las investigaciones se identificó que la cadena de SupermercadosSupercundi, Merkandrea y Mercafusa cuenta con locales comerciales en Bogotá, Cundinamarca (Chía, Cota, Fusagasugá, Facatativá, Girardot, La Calera, Madrid, Mosquera, Silvania, Soacha, Tibacuy, Tocaima y Villeta), Tolima (Espinal, Lérida, Melgar y Saldaña) y Quindío (Armenia y Calarcá).
De acuerdo con los investigadores, los supermercados habrían servido como red de abastecimiento para la insurgencia, al tiempo que operaban como fachada para el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas y se caracterizaban por presentar productos con precios muy por debajo del valor comercial.
A la Fiscalía le llamó la atención que el eslogan comercial de dichos supermercados era #SomosLosAmosDelAhorro, y advirtió que mientras ofrecían rebajas de todo tipo, ello contrastó con el inexplicable crecimiento económico que tuvieron estas personas entre los años 2006 y 2016, pasando de tener 1.500 millones de pesos a 30 mil millones de pesos.