Seúl niega que EE.UU. esté estudiando reducir su presencia militar
El portavoz presidencial surcoreano dijo que el funcionario de Casa Blanca desmintió que Trump ordenara reducir su presencia militar en Corea.
Corea del Sur negó hoy la veracidad de las informaciones que aseguran que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado estudiar una reducción de la tropas estacionados en Corea del Sur ante el actual clima de acercamiento y su inminente cumbre con Kim Jong-un.
"Un representante del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ha dicho que la información no es para nada verídica", explicó hoy el portavoz presidencial surcoreano, Yoon Young-chan, en un comunicado remitido a los medios.
El diario New York Times publica hoy que Trump ha ordenado estudiar un recorte de tropas en Corea del Sur, no tanto como una concesión a Pyongyang sino más bien con la idea de que un eventual tratado de paz en la península coreana disminuiría la necesidad de mantener este costoso contingente militar.
El portavoz presidencial surcoreano dijo que el funcionario de Casa Blanca desmintió el artículo, que cita fuentes anónimas, durante una reunión mantenida con el Consejero de Seguridad Nacional de Seúl, Chung Eui-yong, que se encuentra actualmente en Washington para tratar la futura cumbre de Trump con Kim Jong-un.
Durante la cumbre, que aún no tiene fecha -se cree que será a final de mayo o principio de junio ni lugar concreto, ambas partes tienen previsto tratar el posible fin del programa armamentístico norcoreano.
La reunión llegará después de la cumbre que celebraron hace una semana el propio Kim y el presidente sureño, Moon Jae-in, en la que las dos Coreas se comprometieron a trabajar para lograr la "total desnuclearización" de la península.
También prometieron a lograr la firma de un tratado multilateral que ponga fin al estado de guerra técnico en la región tras la Guerra de Corea (1950-1953).
El artículo del New York Times asegura que Trump ve que este eventual tratado permitiría recortar el contingente, de unos 28.500 efectivos y con un coste de unos 1.600 millones de dólares anuales, de los cuales Washington asume la mitad.