Suecia, un aliado que parece lejano pero que se acerca con fuerza a la economía colombiana
Suecia y Colombia cumplen 150 años de una relación diplomática que ha dejado cooperación significativa en negociaciones de paz y una economía de mercado fluida.
Suecia es uno de los países con los índices de felicidad para sus ciudadanos más altos del mundo. Ha sido durante varios años el número cuatro en un estudio que desarrollan Gallup y la Universidad de Oxford sobre bienestar autopercibido por parte de sus propios ciudadanos.
No es casualidad que los países que anteceden a Suecia son también nórdicos y parte de sus propias fronteras: Finlandia en el número uno, Dinamarca el número dos, Islandia el número tres. Y luego Noruega y un poco más lejanos Países Bajos, Suiza, y Luxemburgo.
Lo primero que se ve cuando un avión de KLM aterriza en Estocolmo luego de hacer la conexión en Ámsterdam es agua. Suecia es un país que está constituido sobre islas e interconexiones de estas que se amplían a lo largo de su territorio. Allí viven unos 10,5 millones de habitantes que pasan 8 meses del año bajo un clima más frío y gris que el de Londres, y que cuando ven que sale el sol un par de meses durante el verano nórdico se ponen en modo festivo.
Lea: Descuentos de viaje para colombianos con descendencia italiana: beneficios y cómo acceder
¿Cómo es posible que los ciudadanos de un país en donde la noche es casi que permanente durante tantos meses en el año sean los más felices del mundo?
Hay varias respuestas pero primero hay que hablar del contexto político. En marzo de este año una noticia inesperada se convirtió en un punto de giro para un país que creó el Premio Nobel de Paz y que durante su historia ha apoyado las negociaciones de conflicto en varias regiones del mundo incluyendo a Colombia.
Uno de los gurúes de los estudios de paz es Pontus Orshtedt, enviado hoy por Suecia para los diálogos con el ELN. Orshtedt ha estado en numerosos países alrededor del mundo que iniciaron transiciones desde los conflictos armados hacia la firma de acuerdos con rebeldes. Ha estado en África, también en Gaza en momentos de tensión previos al 07 de octubre y por supuesto en Colombia. Su experiencia, como la de muchos otros suecos dedicados a los estudios de paz es el origen de los conflictos armados. En Suecia está quizás la academia más grande del mundo dedicada a analizar los conflictos internos y las guerras entre países, incluso las no declaradas como la de Rusia y Ucrania.
La noticia de marzo tenía que ver justamente con esa guerra que para los suecos no es lejana porque solo los divide Finlandia del vasto país de Putin. Suecia ingresaba a la Organización Para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto sucedió luego de que Finlandia lo hizo en mayo de 2023 tras dos años de discusión por la invasión y los bombardeos a edificios de civiles que se convirtieron rutinarios en Ucrania.
Putin se había mostrado temerario frente a la posibilidad del ingreso de ambos países a la OTAN y es que de hecho esa fue una de sus razones para iniciar la invasión: que había un cerco de años incluyendo el posicionamiento de bases militares con capacidad de misiles balísticos a Moscú en Polonia, parte también de la OTAN.
Lea: Conozca los destinos de Europa más económicos para viajar desde Colombia
Suecia abandonaba su posición de neutralidad parecida a la de Suiza en conflictos internacionales y tomaba una postura contundente. Hacer parte de la OTAN significa que si cualquier país agrede a uno de los miembros, todos los integrantes responden con la misma intensidad. Para Hakan Jevrell, secretario de Asuntos Internacionales de Suecia, se trata de una decisión de nación.
“Las agresiones a Ucrania han sido inaceptables. Es muy claro que la OTAN es para defender a los aliados. Es extremadamente claro que no fue Ucrania quien inició la guerra con Rusia. Ucrania fue atacado. El deseo de la gente de Ucrania ha sido también muy claro en los últimos años. Ellos quieren ser parte de la Unión Europea y de la OTAN. Hay que ver qué va a pasar pero hay un apoyo masivo que la Unión Europea le ha dado a Ucrania con financiación y equipamiento".
"Nosotros estamos muy involucrados del lado de Ucrania y necesitamos apoyarlos hasta que ellos ganen su paz. Por ahora no va a haber tropas suecas en territorio ucraniano, eso es importante decirlo y aclararlo. Pero el señor Putin no va a decidir por nosotros. Nosotros somos un país pequeño y vamos a decidir nuestro propio destino. Si nosotros percibimos que vamos a estar en una situación riesgosa, la gente, nosotros, somos los que vamos a decidir”, dijo Jervell a este medio mientras la televisión y los medios europeos mostraban los avances de los rusos en la importante región de Jarkov.
Por primera vez en muchos años hay una sensación real de amenaza en Suecia por parte de Rusia, aunque en sus calles los ciudadanos actúan con normalidad. “Si los rusos pasan a Finlandia los que seguimos somos nosotros”, dijo una persona que conoce también de las decisiones políticas que se han tomado en los últimos meses.
El Estado que funciona
La otra gran particularidad de Suecia es la relevancia del Estado. Es un país socialdemócrata que en la actualidad tiene un gobierno más hacia la derecha; eso explica la determinación para ser parte de la OTAN, aunque en realidad esto lo inició un gobierno anterior que tenía una línea de izquierda. El Estado está en todas las esquinas de Suecia pero no con la misma persecución a sus ciudadanos que hace por ejemplo el Estado chino o incluso el americano.