La historia detrás de la foto que recorre el mundo sobre la separación de familias inmigrantes
John Moore, autor de la fotografía, habló de LA FM del drama que se vivió en plena crisis en la frontera.
John Moore, el fotógrafo estadounidense que captó el dolor de las familias de inmigrantes que pretenden ingresar a Estados Unidos, habló con LA FM. Una de sus imágenes, la de una menor, se inmortalizó, se volvió símbolo de este drama y fue utilizada por prestigiosos medios de comunicación para retratar la crisis.
"Yo estaba tomando fotos de la patrulla fronteriza ese día. Estuve con ellos día y noche. Llegaron muchas familias, la mayoría de Centroamérica. Hablé con ellas un rato, me dijeron que venían de Honduras, que estuvieron encima de un tren un mes. Los oficiales empezaron a transportar un grupo y una madre tuvo que dejar a un niña. Fue muy difícil para mi como padre, pero ese era mi papel. No imaginé que esta imagen iba a tener tantas consecuencias y a tocar tantos corazones", aseguró Moore.
El fotógrafo dijo que vivió una crisis de nostalgia cuando retrató la imagen. "Es muy emocional cuando veo las imágenes. El poder de la foto fija ha sido muy fuerte", señaló.
Esta es la imagen de John Moore que se volvió símbolo de la crisis
A Honduran asylum seeker, 2, and her mother are taken into custody near the US-Mexico border. The Trump administration’s “zero tolerance” policy for undocumented immigrants calls for the separation of parents and children. #gettyimages #undocumented #gettyimagesnews pic.twitter.com/2tCmxDYlvd
— John Moore (@jbmoorephoto) 13 de junio de 2018
Escuche la entrevista completa con el fotógrafo John Moore
Entrevista con el fotógrafo John Moore
La crisis que Trump frenó, en parte, por las críticas
El 20 de junio anterior, el presidente estadounidense, Donald Trump, intentó frenar el aluvión mundial de críticas con un decreto que pone fin a la separación de los niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur, pero no resuelve la situación de los más de 2.300 menores que ya han sido alejados de sus progenitores.
En lugar de ser separados de sus padres al cruzar la frontera, como ocurría desde abril, a partir de ahora los niños indocumentados serán retenidos indefinidamente junto a sus familiares en centros de detención de inmigrantes, según la orden firmada por Trump. "No me gustaba ver a las familias separadas ni los sentimientos que eso provoca", aseguró Trump al rubricar el decreto.
El presidente no necesitaba usar su poder ejecutivo para acabar con la separación de las familias: Podría haberlo hecho con una simple llamada a su fiscal general, Jeff Sessions, en la que le ordenara detener o modificar la política de "tolerancia cero" contra la inmigración ilegal, que originó el problema.
Esa política, inaugurada formalmente en abril, lleva a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, y el inicio de ese proceso por la vía penal llevaba a separarles de los niños con los que hubieran viajado.
Pero Trump no quiso acabar con esa política, que ha provocado la separación de al menos 2.342 niños de sus padres desde mayo y, en cambio, optó por ordenar que se empiecen a ingresar juntas a las familias en centros de detención de inmigrantes u otras instalaciones de las que disponga el Gobierno federal.
El decreto abre incluso la posibilidad de que se detenga a inmigrantes en bases militares si es necesario, algo que se rumoreaba desde mayo y para lo que se están considerando, según informes de prensa, tres instalaciones en Texas y una en Arkansas. "Mantendremos una frontera poderosa y seguirá habiendo tolerancia cero", aseguró Trump.
El presidente reconoció que tanto su hija Ivanka como su esposa, Melania, "tenían muchos sentimientos" acerca de la separación de los niños y se los han comunicado en los últimos días. "El dilema es que si eres débil, el país quedará inundado de millones de personas. Y si eres fuerte, no tienes corazón. Quizá prefiero ser fuerte, pero es un dilema difícil", indicó Trump.
A lo largo de la última semana, Trump había defendido que el único que podía acabar con la separación de las familias era el Congreso, e insistió en que sigue esperando un cambio en las leyes migratorias del país que incluya fondos para el muro. La oposición demócrata cree que el Gobierno de Trump decidió procesar criminalmente a los inmigrantes y separar a las familias precisamente para forzar al Congreso a ceder en sus prioridades migratorias, además de disuadir a los indocumentados de entrar en EE.UU..
Sea cierto o no, Trump consiguió devolver el debate migratorio al Congreso, y la Cámara de Representantes votará este jueves sobre proyectos de ley que otorgarían fondos para el muro con México, además de abordar la situación de los llamados "soñadores", jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país.
El decreto de Trump tiene un futuro incierto, dado que contraviene un acuerdo extrajudicial conocido como "Flores", al que se comprometió en 1997 el Gobierno de Bill Clinton y que impide a las autoridades privar de libertad durante más de 20 días a los menores indocumentados detenidos en la frontera.
Por eso, el Departamento de Justicia planea pedir a una corte federal de California que modifique el llamado "acuerdo Flores" para que el Gobierno de Trump pueda "mantener juntas a las familias durante todo el proceso" judicial relativo a los cargos criminales o el procedimiento de deportación, según el decreto.
El consejero de la Fiscalía General de EE.UU., Gene Hamilton, defendió hoy que la orden de Trump es "claramente legal", y dijo que, pese a su recurso a los tribunales, la Casa Blanca prefiere que el Congreso apruebe una ley que acabe con el "acuerdo Flores".
El decreto de Trump no resuelve, por lo demás, la situación de los más de 2.300 niños que ya han sido separados de sus padres, porque el Gobierno no planea facilitar la reunificación familiar. "Esto no se aplicará a los casos ya existentes", aclaró Kenneth Wolfe, un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos -bajo cuya custodia están los niños-, a The New York Times.