Riesgo de monopolización de medicamentos para COVID-19, advierte MSF
Médicos Sin Fronteras insiste en que la vacuna no puede ser un lujo y que ningún país puede salir solo de una crisis global.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamado repetitivo para que las vacunas que se están desarrollando y probando en distintas fases de ensayos clínicos para prevenir en el futuro el contagio del coronavirus SARS-Cov-2 sean un bien público. Eso significa que cuando estén listas, todos los países, desarrollados o en vía de desarrollo, puedan acceder a ellas a un precio justo.
Pero el problema de acaparamiento y monopolización de la vacuna se estaría empezando a ver también con medicamentos que hoy ya tienen la luz verde de la comunidad científica e incluso de la OMS para ser utilizados en el tratamiento de hospitalizados por COVID-19, como el Remdesivir, aprobado ya en Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Corea del Sur y otros países.
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Así lo confirmó Felipe Carvalho, asesor de la campaña de acceso a medicamentos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en América Latina.
"Lo que vemos en América Latina es que estamos totalmente excluidos del acceso a este medicamento (Remdesivir) porque la versión de marca ya está toda comprada para Estados Unidos y Europa; al mismo tiempo, la empresa americana que produce este medicamento ha autorizado que algunas empresas en India o Pakistán produzcan el genérico, pero viene con la prohibición de que sea comercializado en algunos países; de América del Sur básicamente todos los países están excluidos", señala Carvalho.
En ese mismo sentido, Felipe habló sobre los problemas de acaparamiento de las vacunas de COVID-19 en el mundo, la falta de cooperación para el desarrollo de la misma, pero también la falta de transparencia.
"Las vacunas nunca deberían ser un lujo, sobre todo en tiempo de pandemia; se debe anteponer salvar vidas a cualquier ganancia o especulación. Por eso, desde el principio de la pandemia, hemos demandado a las farmacéuticas que no tengan monopolios sobre ninguna vacuna, que la vendan al costo, y que abran sus libros de cuentas para hacer público el reporte del desarrollo de producción de estas vacunas para que así se tenga la discusión más transparente sobre el acceso a estas vacunas", dijo Felipe en RCN Radio.
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Pero el llamado también es para que los gobiernos tomen medidas, sobre todo porque hay muchas inversiones públicas, si no la mayoría, en estas vacunas. Si los gobiernos exigen transparencia, no apoyan el monopolio, se puede abrir el camino para asegurar que estas sean un bien público.
"Hoy también son las empresas las que deciden quiénes tienen el acceso, pero debe ser bien público global, no una propiedad de una empresa".
Articulación para la distribución justa de la vacuna
Y es que, dice Felipe Carvalho, no puede ser que la vacuna la reciba primero el que primero la pueda pagar porque muchos países se quedarán fuera de este "juego".
Ya existe una alianza internacional liderada por la OMS llamada Acelerador ACT, en inglés ‘Access to COVID-19 Tools Accelerator', y su objetivo es generalizar el acceso a vacunas, tratamientos y diagnósticos en los países en desarrollo.
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Pero para financiar esa herramienta y otras que den acceso equitativo, Tedros Adhanom recordó que se necesitan 100.000 millones de dólares, y que de ese dinero 31.300 millones se requiere "de forma urgente".
Por otro lado, la Alianza Mundial para la Inmunización y la Vacunación (GAVI) y la Fundación Bill & Melinda Gates y el Instituto Serum de la India, anunciaron el 7 de agosto que fabricarán y distribuirán el próximo año 100 millones de dosis de la futura vacuna contra la COVID-19 en 92 países en desarrollo, a precios entre 3 y 4 dólares.
No obstante, desde MSF se llama también la atención a organismos como GAVI por no estar abriendo mucho espacio a la participación de la sociedad civil, y por "hacer compras anticipadas de vacunas sin tener muchos criterios de transparencia, de precios o cosas que serán importantes más allá de cuando lleguemos al momento de distribución".
Aun así, MSF apoya el fortalecimiento de una alianza internacional y transparente porque "es una ilusión creer que esto lo vamos a solucionar país a país. Es una crisis global y la solución debe ser global", señaló Carvalho.