Caso Nicolás Neira será revisado por la CIDH
El joven murió tras ser impactado por una bala disparada por un agente del Esmad durante las marchas del Primero de Mayo de 2005.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió para su estudio el caso de Nicolás Neira, el joven que murió tras ser impactado por una bala que disparó un agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) durante las marchas del Primero de Mayo de 2005 en el centro de Bogotá.
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Los familiares del joven del 16 años reclamaron falta de resultados por parte de la justicia colombiana, indicando que pasaron muchos años para que se vincularan formalmente a los agentes del Esmad implicados en este crimen.
El organismo internacional tendrá ahora que estudiar si existió una responsabilidad del Estado por la violación a la vida, la libertad y garantías judiciales de la víctima y sus familiares.
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En el documento de adminisbilidad, revelado por el diario El Espectador, la CIDH cuestionó las graves omisiones que se presentaron en la investigación y la falta de un deseo para esclarecer los hechos.
Considera que desde el primer minuto se le pusieron trabas a la investigación, partiendo del hecho que los agentes del Esmad que llegaron al sector para controolar la manifestación no portaban ningún tipo de identificación en sus uniformes.
"La falta de una correcta identificación constituye un obstáculo adicional para la asignación de responsabilidades, en contextos en los que la reconstrucción de los hechos es de por sí compleja", precisa el documento.
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El organismo internacional también tendrá que estudiar las amenazas que recibió durante años Yuri Neira, padre de Nicolás, y que lo obligaron a exiliarse. En este punto se verificará el estado de las investigaciones por estos hostigamientos y la identificación plena de las personas que estuvieron detrás de las presiones.
Por el crimen de Nicolás Neira han sido condenados -hasta la fecha- el patrullero del Esmad, Néstor Rodríguez Rúa -quien disparó la bala de gas lacrimógeno que impactó la cabeza del joven. En fallo de primera instancia, -y después que fracasara el preacuerdo firmado con la Fiscalía- fue senenciado a 17 años de prisión.
Mientras que el mayor (r) Fabián Mauricio Infante fue hallado culpable de encubrir a los agentes para desviar la investigación y evadir la responsabilidad penal. El excomandante del Esmad está a la espera que se dicte el monto de la condena.